domingo, 29 de enero de 2012

¿Dónde comienza la violencia?



La imagen que abre esta entrada apareció en mi línea de tiempo de la red social Facebook. Los que vivimos en Caracas sabemos que a la izquierda se aprecia una parte de Petare y a la derecha La Urbina. No hace falta ser de Caracas para saber que a la izquierda de la imagen hay una clase social y a la derecha hay otra, aunque los que somos de la capital venezolana sabemos que La Urbina no es una zona de clase alta, sino de la cada vez más inexistente clase media venezolana.

Ralmente esta imagen me afectó y puedo llegar a decir que hasta me deprimió un poco. Pero más que la imagen, me afectaron más algunos comentarios que encontré a propósito de esta foto, principalmente uno que decía:
"Yo digo que Napalm..."
Y todavía más deprimente para fue leer una respuesta inmediata:

 Napalm supongo que en los edificios, no?
Si no comparto el punto de vista de ninguno de los dos comentarios, ¿por qué me afectó más el segundo que el primero? Bueno, podría decir que porque conozco gente que vive en La Urbina, pero esa no es la razón. La verdadera razón es que conozco a la persona que hizo el segundo comentario, quien no sólo no es venezolana y apenas si ha pasado por Caracas de vacaciones, sino que es una persona que se rasga las vestiduras por la violencia en su país. Así es, una pacifista que critica la violencia deseando que destruyan La Urbina con Napalm.

A lo mejor ella misma, o quienes comentaron en la imagen se lo toman a manera de chiste, como si las palabras no pudiesen ser violentas en sí. Como si el paso previo a irse a las manos no fuese siempre un insulto, una mala palabra, o una frase que puede llegar a doler más que un puñetazo. A lo mejor esta persona nada más critica la violencia cuando ya se encuentra en sus últimas consecuencias, pero, ¿no sería mejor evitar la violencia desde el principio? ¿Qué cosa buena puede salir de una frase así?

Para añadir más ironía al asunto, el único comentario que hice sobre la foto fue exactamente como me sentía:
"Pensé que la foto no podía deprimirme más hasta que leí los comentarios..."
Y resulta que a ella le gustó mi comentario, tal vez creyendo que la cosa no era con ella.

Tal vez su frase me afecta tanto porque recuerdo precisamente otro comentario de esa persona con respecto a una noticia de un crímen violento en su país. Escribía que nuestras sociedades no pueden progresar porque somos demasiado violentos. ¿Y saben qué? Creo que ella tiene razón. Si alguien como ella puede hacer un comentario como ese, quiere decir que la violencia ya ganó.

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