martes, 30 de diciembre de 2008

Empresarios, políticos y la ley del más fuerte

Como seres humanos del siglo XXI, muchas veces nos gusta sentirnos que formamos parte de una sociedad civilizada. Nos gusta pensar que hay cierto orden, instituciones, reglas, leyes, autoridades... Y que el gobierno dispone de la fuerza pública para garantizar que todo lo nombrado anteriormente se cumpla, castigando a aquellos ciudadanos que rompan las leyes convenidas (por ejemplo, un ladrón).
A veces ocurren cosas que nos hacen darnos cuenta que lo anterior es tan hermoso como un cuento de hadas (aunque probablemente menos cierto). ¿Qué cosas pueden ocurrir? Bueno, puede ser que un presidente socialista decida robar un Centro Comercial, o que una corporación capitalista decida robar una película. Decida usted cual sistema detesta más (en mi caso, ambos) y siéntese a deprimirse un rato, digo, si es que la recesión no le basta para eso.

Lo que sorprende de ambas noticias es que ambos, tanto el Gobierno venezolano y la News Corporation, están básicamente robando a los ojos de todo el mundo y con el visto bueno de las autoridades. Ambos aluden leyes e incluso cierta ética que pareciera lógica. En el caso del Sambil, el gobierno argumenta que un centro comercial en esa zona sólo traería caos vial (aunque cuando proponen un hospital o una universidad no sé si utilizarán algún tipo de tecnología de teletransportación). En cuanto al caso de Fox, el argumento es bastante más sólido: la empresa compró los derechos de adaptación de Watchmen hace más o menos dos décadas.

La pregunta para Chávez y Murdoch sería: ¿por qué demonios decidieron esperar a que ambas obras estuvieran listas para proceder con sus argumentos? ¿Por qué los alcaldes Freddy Bernal y Juan Barreto (chavistas ambos, por cierto) dieron los permisos de construcción del Centro Comercial Sambil? ¿Por qué Fox, sabiendo que Warner Bros. estaba haciendo la película, no procedió con este artilugio legal antes de que cientos de profesionales invirtieran tiempo y dinero en la realización de Watchmen?

En el último caso (el de Fox) es bastante claro que lo único que le interesa es la plata. Después de todo, la Corte dictaminó que Fox tiene derecho a "distribuir" la cinta... En otras palabras, Fox tiene el derecho a hacer dinero con un producto que no realizó, y en el cual no invirtió ni un céntimo. Ahora bien, en este caso tengo que reconocer que si bien quisiera patearle el trasero a Murdoch, al menos un buen bofetón debería llevarse Warner por hacer una película sin poseer los derechos de adaptación.

En el caso Chávez vs. Salomón Cohen, hay varias teorías. Algunas apuntan a que es una especie de "castigo" porque Cohén decidió no poyar económicamente la campaña de la enmienda constitucional; otras dicen que se trata de un simple trapo rojo para que la agenda setting no hable del 35% de inflaciòn de este año, ni de la abrupta caída del petróleo que nos dice que si el 2008 fue negro, para el 2009 habría que redefinir la escala cromática para encontrarle un nuevo color.

En todo caso, sólo puedo decir que si yo fuese los Cohen o los ejecutivos de la Warner, haría como los soviéticos en la Segunda Guerra Mundial que incendiaron Moscú antes de que cayera en manos nazis. Claro que esta auto-destrucción de propiedad explicaría por qué yo no amaso una grosera fortuna y ellos sí. Y por sus fortunas es que tampoco me preocupo demasiado... Lo que sí me da pavor es que si así de desprotegidos estén ellos, ¿qué queda para uno?