lunes, 29 de septiembre de 2008

¡Soy de la generación Y!


Hace un par de semanas tuve la oportunidad de asistir a un evento corporativo donde se presentó un video realizado por la productora donde (eventualmente) trabajo. Además de la pieza audiovisual, también tuvo lugar una conferencia relacionada con el mundo corporativo, la cual se centró en las generaciones que conviven en el entorno laboral, y cómo lograr una mejor comunicación entre ellas.

Por momentos, la conferencia me recordó pasajes del espectáculo La Pelota de Letras de Andrés López; aunque por supuesto que en este caso, si bien la exposición era más aburrida, también estaba mejor documentada. Entre otras cosas, pude entender que no estaba loco, que el terrible proceso por el que atravieso es completamente normal para alguien de mi edad y que hay muchas características que me colocan en el grupo definido como la generación Y.

Si bien es cierto que este clasificación nace en la sociología estadounidense y describe principalmente las generaciones de esa sociedad, también es cierto que muchos de estos principios se pueden aplicar fácilmente a habitantes de otros países. Principalmente, se puede ver en países occidentales donde compartirmos ciertas características (estado laico, libertades de prensa, economía de mercado abierto) y donde culturalmente estamos expuestos a una gran influencia norteamericana.

En principio, la generación Y comprende a todas aquellas personas nacidas entre 1981 y el 2000. En mi caso nací un año antes (1980), pero ciertamente, en cuanto al comportamiento me siento mucho más afín a esta generación que a su predecesora (la generación X). Entre algunas de las características principales que destacan es que son más ambiciosos, más individualistas (no egoístas), menos leales a las empresas donde laboran, cambian más frecuentemente de trabajo, quieren resultados más inmediatos y buscan entornos laborales más estimulantes. Todas estas características definen muy bien mi manera de pensar y por qué actualmente atravieso grandes problemas en el entorno laboral audiovisual venezolano.


El expositor, el Dr. Julio Fonseca de la Universidad del Sagrado Corazón (Puerto Rico) en algún momento apuntó sus baterías hacia los mismos organizadores del evento, los miembros de la junta directiva de la empresa que celebraba sus 50 años en el país. Entre otras cosas, les dijo que las empresas que sobrevivirán al nuevo milenio, serán aquellas que puedan entender mejor estos cambios generacionales y lograr captar la atención de los empleados de la generación Y. Recalcó que es importante entender sus inquietudes, su manera de pensar y brindarles un entorno laboral en el cual se puedan desarrollar.

Pueden ver un artículo relacionado con esta ponencia del doctor Fonseca aquí. También, mientras investigaba para esta entrada me topé con un excelente artículo de Paula Molinari, el cual trata sobre el perfil laboral de la generación Y. Además, recientemente tuve la oportunidad de ver un documental que creo que se relaciona mucho con respecto al por qué se están dando estas cosas, pero por su complejidad, creo que será asunto para otra entrada.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mi nuevo blog...

La verdad, cuando intento leer este blog con ojos extraños, pareciera que lo único que hago es quejarme y después acostarme en una esquina de mi cuarto a llorar (en posición fetal). Como esto está muy lejos de la realidad (bueno, tampoco tanto), desde hace poco más de una semana vengo trabajando en un nuevo blog para colocar info más relacionada con mis proyectos, lo que esto haciendo en este momento a nivel profesional y noticias relacionadas con cine.

Todavía está en fase de construcción, pero cualquier tipo de sugerencias, críticas, aportes u opiniones en general, serán bienvenidas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Cita peleona


"La publicidad nos tiene persiguiendo carros y ropa, trabajando en empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos medios de la historia. Sin propósito ni lugar. No tenemos Gran Guerra, ni Gran Depresión. Nuestra gran guerra es una guerra espiritual... nuestra gran depresión son nuestras vidas. Fuimos criados por una televisión que nos enseñó a creer que todos algún día seríamos millonarios... y dioses del cine... y estrellas de rock. Pero no lo seremos. Y poco a poco nos damos cuenta de ello. Y estamos muy, pero muy encabronados."
Tyler Durden en El club de la pelea.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Pre-crisis de los 30 (o por qué todo apesta) Vol. 3 + encuesta

Siempre se ha dicho que Latinoamérica es la región del realismo mágico, cosa que es cierta; sin embargo, Venezuela (especialmente Caracas) llega a niveles que son más comparables al surrealismo. Para imaginar cómo funciona cualquier cosa en el país, sólo basta establacer cuál sería su función lógica en cualquier otro país, pensar que en Venezuela se le da el uso exactamente opuesto, y listo.

Ejemplo: el hombrillo. Su función lógica es que es un espacio para que los autos accidentados se detengan... Entonces, si en cualquier país del mundo el hombrillo se utiliza para carros detenidos, ¿qué sería lo opuesto de eso? Que se utilizara el hombrillo como canal rápido... Exactamente como ocurre en Venezuela. Listo, ya establecido esto, vamos a pasar al terrible caso puntual que me afecta.


El caso Fonprocine

Debo aclarar que no siento que en el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía se me hayan cerrado las puertas jamás. Por el contrario, mi primer cortometraje lo hice financiado por el organismo (en aquella época en que se publicaban los resultados, y quienes no salían seleccionados recibían una carta explicativa de las fallas de sus proyectos [lágrima de nostalgia]). También debo aclarar que estoy a favor del pago de impuestos, especialmente de aquellos escalonados donde quienes más tienen más pagan, ayudando a disminuir la excesiva concentración de capital en pocas manos de la cual se habló en el volúmen 2.

Supongo que con ese espíritu se creó Fonprocine, un fondo destinado al financiamiento de actividades cinematográficas, especialmente la producción de películas. El financiamiento viene principalmente de canales de TV, distribuidores y productores... Y como todo fondo, está destinado a distribuir la concentración de dinero, ayudar a la creación de obras audiovisuales y fomentar la participación de nuevos cineastas... Eso parece, ¿o no?

Hace un par de semanas recibieron (en mi casa), una visita de la gerencia de fiscalización del CNAC, para avisar que teníamos que ponernos al día con el pago de tributos a Fonprocine. Yo realmente desconocía este asunto, especialment porque como bien resumió el administrador de la productora: "si fuesemos una persona natural, no cotizaríamos suficiente para pagar el Impuesto Sobre la Renta... Ahora imagínate que tan lejos estamos de pagarlo siendo persona Jurídica". Y es que nuestra productora es tan pequeña que no tenemos ni para costear oficinas... La sala de post está en mi casa...

(Claro que si lo analizamos fríamente, la mayoría de las productoras audiovisuales operan de la misma manera... La diferencia es que los dueños de esas productoras tienen casas en Altamira o Los Palos Grandes y pues, se ve como más normal)


El hecho es que Fonprocine lo paga todo el mundo. Cualquier empresa de producción debe aportar al fondo el 1% de sus ingresos brutos, es decir, sin tomar en cuenta los gastos... Lo que quiere decir que si tu empresa está dando pérdidas, igual tienes que pagar. Sin embargo, debo decir que me parece que es una buena medida para fomentar la producción de cine.

Además si analizamos las políticas de entrega de aportes del CNAC, la verdad es que están bien reglamentadas, las decisiones se llevan a cabo a través de una comisión de estudio de proyectos que representa a los diversos sectores del quehacer cinematográfico, y además (para garantizar la responsabilidad de los productores) se les exigen garantías por el monto del aporte que se les otorgará.

Ambas cosas pintan muy bien... Hasta que ponemos una al lado de la otra. Fonprocine lo paga todo el mundo, tanto productores grandes como pequeños; pero los aportes sólo lo pueden recibir aquellos productores que puedan entregar las garantías (que pueden ir desde 200 mil BsF por cortometrajes hasta un millón 500 mil por largometraje). Si analizamos el caso de una productora pequeña (como la mía) que no tiene activos por ninguno de esos montos, descubrimos rápidamente que no podemos recibir aportes de esas características... a pesar de que sí tenemos que pagar el impuesto... Entonces, como todo en Venezuela, termina siendo al revés... Tenemos un impuesto que le quita a todos para repartirle a los pocos que tienen más...


Conclusiones y encuesta

En resúmen: formo parte de un mercado laboral con una sobreoferta de profesionales en mi área. Además, por mi perfil y mi edad estoy en una especie de limbo laboral. Por un lado, me dicen que ya estoy "sobrecalificado" para la mayoría de los trabajos que se publican en empleate o CV Futuro... (aunque en realidad quieren decir que saben que alguien de mi edad no se va a calar esos sueldos).

Y con respecto a los trabajos "buenos", de esos que pagan bien, por lo general en las productoras de comerciales, pues son como una especie de fiesta por invitación. No puedes pagar por entrar, no puedes colearte... Simplemente tienes que esperar que te llegue la invitación de la cofradía, la cual es más cerrada que una logia masónica... literalmente.

Las condiciones para montar una empresa propia son más que adversas. Especialmente porque se aplica todo lo anteriormente expuesto, pero junto...

Como puedes leer, el panorama no pinta muy bien... Y si bien es cierto que ya estoy barajando opciones porque no me gusta quedarme de brazos cruzados, en este caso particular estoy tan perdido que me gustaría saber qué piensas... Sí, tú... Sé que hasta ahora me he limitado a escribir las cosas que me provocan (bueno, para eso son los blogs) y sólo he respondido algunos comentarios de los lectores que participan más activamente en el blog; pero aunque nunca hayas escrito antes, o aunque esta sea la primera vez que lees este blog, me gustaría saber tu opinión...

¿Qué crees que debería hacer con mi vida?

Las opciones son:
  1. Después de leer esto, sólo tengo dos palabras para ti: ¡terapia y prozac!
  2. Cómprate una Mac, rumbea con los panas de las productoras en el San Ignacio... ¡y únete a la rosca!
  3. En esto se convirtió Venezuela... ¡Huye mientras puedas!
  4. Necesitas irte unos días a la playa... ¡Aprovecha de ahogarte y termina con tu miseria!
  5. Todas las anteriores: ve a terapia para que te calmes, luego te unes a la rosca para que ahorres suficiente plata para que te puedas a un país con playa, y allá te ahogas.
Vota en la encuesta que aparece en la columna de la derecha. Si se te ocurre otra opción, por favor añádela en los comentarios de esta entrada.

ATENCIÓN: La votación terminó el día 30 de septiembre a las 11:59 pm, hora de Venezuela.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Pre-crisis de los 30 (o por qué todo apesta) Vol. 2

Venezuela es uno de los países con mayor número de "emprendedores" del mundo. Y pongo este término entre comillas porque en realidad, la mayoría de las veces un emprendedor es alguien que, aún teniendo estabilidad económica como empleado, decide correr el riesgo de abrir un negocio propio. En el caso de nuestro país, la mayoría de las personas se ven forzadas a hacerlo porque no tienen más opción, ya que o no tienen trabajo, o el que tienen no les alcanza para sobrevivir. El mío es el segundo caso.

Lamentablemente, el caso de los profesionales "autoempleados" no es muy diferente al resto del mundo audiovisual venezolano. La mayoría de los trabajos se consiguen en base a los contactos, porque por alguna razón, la mayoría de la gente en Venezuela que necesita cualquier servicio, en vez de buscarlo recurre al clásico: "tú no conocerás a alguien que...". Entonces los contactos no pasan a ser una forma de conseguir trabajo, sino la única. Eso trae un problema fundamental...


La rosca

La "rosca" es como se llama al grupo de personas que controlan un área. Y se les llama "rosca" porque son un círculo cerrado.

Hace algunos años yo hacía un chiste con respecto a la rosca de producción de comerciales (probablemente el sector de la producción audiovisual más rentable en Venezuela): solía decir que era un grupo más hermético que una logia masónica. Eso fue hasta hace poco más de un año, cuando comencé a investigar el tema de la masonería en Venezuela, porque estaba desarrollando una propuesta para documental. Esta investigación ocurría al mismo tiempo que comencé a mandar mi CV y mi demo a diversas productoras de comerciales... El resultado es que recibí una rápida y grata respuesta de los masones. Me invitaron a su templo y hasta a una "tenida blanca" (ceremonia a donde pueden asistir "profanos"). Con respecto a las productoras de comerciales, ni si quiera un "no nos llame, nosotros lo llamaremos". En resúmen, ahora cuando digo que la rosca de las productoras es más cerrada que una logia masónica, no es un chiste... es la triste realidad.

Ahora bien, ciertamente la "rosca" existe en todos los países del mundo, especialmente en el área de trabajo en la que me desenvuelvo. La cuestión es que hay niveles... Es como la corrupción, en todos los países del mundo hay corrupción, pero cuando el nivel es tan elevado que atenta en contra del mismo funcionamiento del sistema, impera el caos y la ley del más fuerte... La rosca en Venezuela es igual, ha llegado a unos niveles tales de concentración que posiblemente atenta contra el propio funcionamiento de la industria audiovisual. Mientras el cine y la TV en Latinoamérica avanzan en cuanto a su discurso, en Venezuela se vive una especie de letargo... ¿No tendrá que ver el hecho que la rosca sea tan cerrada? Pero más aún... ¿Por qué la rosca es tan cerrada?

¿Capitalismo? ¿Socialismo? ¡Feudalismo!


Hace una semana más o menos me encontré con un viejo amigo escritor. Era en una entrevista de trabajo para el cargo de guionista, para la cual convocaron a cierto número de escritores que aplicamos al clasificado. Mientras esperábamos en el pasillo hablando de lo mal que está la situación de nuestro mercado laboral, este amigo comenzó a hablar de la razón por la cual él considera que todo apesta, y me parece importante nombrarla acá... Me dijo algo así como "si acá hubiese capitalismo de verdad, o socialismo de verdad, la situación sería otra... pero acá lo que hay es un feudalismo".

Esa frase me recordó un libro que leí en la universidad, llamado "El Consumo Cultural del Venezolano". Este volúmen desglosaba los hábitos de consumo cultural del venezolano en cuanto a los medios tradicionales (radio, cine, televisión y prensa); pero en el interín, también analizaba las estructuras de los medios. El resultado, como bien destacó el profesor en una clase, es que la mayoría de los medios le pertenecían en su totalidad "ya ni si quiera en su mayoría" a un individuo... y en el mejor de los casos, a su familia.

"¿Ustedes creen que en un país capitalista, eso funciona así", apuntaba el profesor. "En realidad en esos países muchos medios le pertenecen a las corporaciones, sí... Pero la mayoría de estas corporaciones cotizan en la bolsa, razón por la cual, en el fondo, cualquier ciudadano puede hacerse con una pequeña parte de esas empresas y de sus ganancias". Ese se supone que es el sentido del capitalismo, que el capital fluya, que haya oferta, que no existan monopolios ni oligopolios, y que todos los individuos (y no sólo una pequeña parte) puedan hacerse con los medios de producción.

Venezuela es tan feudalista que verdaderamente a nadie le interese lo que ocurra con la Bolsa de Valores de Caracas. El capital que se negocia allí es ínfimo. La movilidad de dinero es casi nula. Todo le pertenece a un pequeño grupo de familias acomodadas (prácticamente desde tiempo de la colonia) y la otra mitad (las ganancias de PDVSA) están en manos del gobierno... Basta darle un vistazo a la clasificación de Transparencia Internacional para tener una idea de qué manera se distribuyen esos recursos.

Claro, hay quienes piensan que la salida a este callejón sin salida de concentración de capital es el socialismo...


¡Muajajajajajajajajajajajajajaja!

(Sigue en el volumen 3)

lunes, 1 de septiembre de 2008

Pre-crisis de los 30 (o por qué todo apesta) Vol. 1

No han sido días muy fáciles. Creo que estoy en ese estado en el cual a algunos les da por evadir la realidad, ya sea a través del alcoholismo, drogadicción o simplemente locura. Como no me gustan ninguna de las opciones anteriores, he resuelto jugando Sauerbraten, escuchando música (como la canción de la entrada anterior) y saliendo de vez en cuando con mis panas.

Las razones de este bajón emocional son bastantes, y como bien dice el título, o como se mencionaba entre líneas en una entrada anterior, creo que todo el asunto tiene que ver con mi cumpleaños. Ahora bien, debo aclarar que no tengo miedo a la vejez ni a la muerte... Lo que verdaderamente me tiene cabizbajo no es que a mis 28 años todavía viva con mis padres y no me haya independizado económicamente, sino el hecho que no hay ninguna razón para pensar que esto vaya a cambiar en el corto ni mediano plazo...

Por estos días hablaba con un amigo que entró a trabajar en un canal de TV, y me comentaba lo bien que le iba en el trabajo y que no se quejaba del sueldo. Por un momento quedé en choque hasta que recordé que no es venezolano, sino chileno, vive en Santiago y trabaja en Canal 13. Este escenario de mi amigo, lejos de ser un ideal fantasioso y surreal, en realidad debería ser algo normal en cualquier país con una economía medianamente decente... Entonces, ¿por qué un profesional promedio venezolano no puede aspirar a independizarse económicamente y construir un proyecto de vida? ¿Por qué todo apesta?

En términos generales, la economía apesta...

La economía venezolana, y de gran parte de este hemisferio, pasa por un momento nefasto. El principal problema es la vivienda, no sólo en nuestro país sino en gran parte del continente... Pregúntenle a los gringos, que tienen una gran recesión en gran parte por el problema de las hipotecas en ese país.

En Venezuela este es uno de los problemas más graves que se enfrenta. Simplemente hagan un pequeño ejercicio, ingresen a cualquier página de compra y alquiler de inmuebles como tuinmueble.com o tuapartamento.com, y luego entren a cualquier página de búsqueda de empleos como CVFuturo, Empleate o Computrabajo y vean los sueldos que se ofrecen. Parece un chiste, ¿cierto? Pues no, es la triste realidad a la que nos enfrentamos los venezolanos en este momento: sueldos que no alcanzan ni si quiera para pagar un alquiler, ya ni si quiera hablar de servicios, comida, transporte, ropa y gastos que cualquier ser humano normal debería poder afrontar.

Claro que hay algunos rubros que en la actualidad se mueven mejor que en otros. Desgraciadamente...

El mundo de la producción audiovisual venezolana apesta todavía más...

Cuando entré a estudiar la carrera de Comunicación Social en la UCAB, era una carrera que se impartía en relativamente pocas universidades a nivel nacional. La población de graduandos era suficiente para satisfacer las demandas de empleos de los medios de comunicación. La cuestión es que era una de las carreras más solicitadas en la actualidad, y las universidades privadas, ávidas de cobrar mensualidades, no podían pelar la oportunidad de sacarle dinero a la carrera de moda. Como resultado, hoy en día se gradúan casi diez veces la cantidad de alumnos de comunicación social que hace diez años... Algo que tendría sentido si existieran 10 o 15 veces más medios de comunicación, pero la realidad dista demasiado de ser así...

La reciente salida del aire de RCTV por señal abierta, ocasionó una merma en los ingresos de la empresa. Por supuesto que la alta gerencia del canal no podría renunciar a sus sueldos de cientos de miles de dólares, así que comenzaron a botar a cualquier miembro del personal medio que encontraron mal parado. De un aproximado de tres mil empleados que tenían hace tres años, en la actualidad no hay más de 700... Los que quedaron se sienten "afortunados" por haber mantenido su puesto de trabajo, y por eso no protestan el que tengan el mismo sueldo desde hace dos años, a pesar de que la inflación de este año se calcula entre 25 y 35%.

Pero RCTV no es un caso aislado. Prácticamente todas las empresas, a sabiendas que existen miles de recién graduados de comunicación social todos los años, han asumido la política de: "si tú no estás dispuesto a recibir este sueldo mísero, algún pobre pasante seguro lo hará". Y seguro los hay... Por esta razón en Venezuela siempre se consiguen ofertas de empleo en el área, porque ese puesto sólo estará ocupado el tiempo que le tome a la persona darse cuenta que está siendo explotado miserablemente, y que no tiene ninguna probabilidad de hacer carrera en esa empresa... Y entonces decidirá marcharse (probablemente, a ser explotado en otra empresa). Y así sigue el círculo...

La cuestión es que precisamente por todo lo dicho anteriormente, mientras más años pasan, y uno tiene más experiencia, y un currículum vitae más completo... ¡es más difícil encontrar trabajo! Ya varias veces me han dicho que estoy "sobrecalificado" para tal o cual trabajo. Claro que uno podría pensar que entonces alguien de mi perfil debería montar su propia empresa o algo así...


¡Muajajajajajajajajajajajaja!

(La explicación de esta carcajada, en el Volumen 2).