domingo, 2 de diciembre de 2007

La importancia de soñar

De chamo me gustaba bastante el animé japonés Mazinger Z. Lo veía casi todas las tardes probablemente en 1985, cuando tenía unos cinco años. Me sorprendió; sin embargo, descubrir recientemente que esta serie fue emitida en Japón apenas hacia el año 1972. Y no es que me sorprenda que llegase a Venezuela con más de diez años de retraso, (algo bastante común en aquella época en que no existían los canales por suscripción); la verdadera sorpresa me llegó porque Japón en esa época todavía no era una potencia tecnológica. ¿Por qué estaban haciendo series animadas sobre robots gigantes?

Cuando uno lee la historia de Japón, se encuentra con un país que quedó completamente devastado después de la Segunda Guerra Mundial, y profundamente atormentado por los bombardeos atómicos que propició Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki. Después vino un período de ocupación por parte de los aliados, hasta que finalmente hacia principios de la década de 1950 Japón volvió a ganar su soberanía. Fue entre este año y 1980 que ocurrió lo que los analistas e historiadores llaman el “milagro económico”, que consistió básicamente en un rápido crecimiento económico del país nipón.

Uno de los pilares de la economía del país asiático era la manufactura, la cual comenzó a desarrollarse inicialmente a partir de la transferencia de tecnología europea y norteamericana. No sería hasta la década de los 80’s que los japoneses finalmente comenzaran a erguirse como una potencia que estaba a la vanguardia de las más modernas investigaciones tecnológicas. Entonces, ¿por qué hacía diez años que Go Nagai se fumó esa lumpia de un robot gigante que salvaba Japón?

Si bien podríamos ponernos intensos a la hora de analizar cuál es la raíz mítica asiática que da lugar al arquetipo del robot gigante, creemos más provechoso enfocar la reflexión en otro sentido. ¿Fue un Japón sumamente moderno y tecnológico lo que influenció la aparición del género mecha? ¿O acaso no sería al revés, y fue la aparición de este género fantástico lo que poco a poco fue calando en el imaginario colectivo japonés lo que los hizo verse a sí mismos como un país que podría llegar a convertirse en la punta de lanza de la tecnología mundial? Tal vez, la realidad es que fueron ambas. Hoy Japón es un país que produce robots tanto en la ficción como en la realidad. Muy probablemente una nutre a la otra, y tratar de averiguar cuál fue la primigenia sería volver al cuento del huevo o la gallina.

Hago esta reflexión porque me preocupe, sinceramente, qué clase de cine, telenovelas y productos culturales hacemos los latinoamericanos. ¿Cómo nos vemos reflejados? ¿Qué clase de ciudadanos somos en nuestras historias de ficción? ¿Por qué siempre nos escudamos diciendo que “mostramos la realidad”? Creo que la calle que comunica a la realidad con la ficción es doble vía. A veces tenemos que permitirnos soñar un poco en la ficción para darnos esperanza en la realidad. Como dice la canción de Aerosmith: “sigue soñando hasta que tus sueños se hagan realidad”.

5 comentarios:

Hosted by: nessita dijo...

Que reflexión tan interesante!

Admito que, aunque no soy fanática del animé, lo soy de los japoneses. Recuerdo que no hace mucho vi 20 capitulos seguidos de "Neon Genesis Evangelion", sólo por curiosidad.. y una de las cosas que me llamó la atención de este género es todo el conflicto psicológico -por así decirlo- que plantea. En pocas palabras, los robots gigantes, los "angeles" y cada criatura tienen un significado...

Aquí..qué encontramos?? María la del Barrio, Secuestro Express y demás... soy firme opositora -a la televisión Venezolana sobretodo-, llena de "Yubirís" y "Dileydis" forradas en silicón..y no es por no apoyar a lo nacional, pero como dices, no siempre la "realidad" es el mejor camino del cambio..

Como decía John Lennon: "Imagine"

En fin, la cultura hace a un país, y ya vemos las diferencias...

Andrés Schmucke dijo...

Recuerdas en el canal 8 (el de todos los bolivarianos), que los sabados en la mañana pasaban la pelicula de un robot de que se transformaba en un camión gigante y los malos eran seres alados y el bueno se enamoraba de la hermana del malo que al final termino sacrificandose para salvarlos y el amigo del bueno tenia una katana??? Yo estoy buscando el nombre de esa comiquita como loco pero no lo consigo...

Mazinger fue para mi algo demasiado grande, copaba mis horas de tremendura infantil y cuando lo pasaban era el unico momento del dia en que me quedaba quieto, absorto observando la pantalla del televisor... que tiempos aquellos...

Saludos...

Unknown dijo...

Andrés, la verdad no tengo ni idea de cuál serie estás hablando... Se me parecía algo a "Sabre Rider", pero ésta la daban en el 10 y no recuerdo ninguna katana... Supongo que la serie que dices nunca la vi, porque no olvidaría un argumento tan fumado.
Saludos.

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo, Hal.

Definitivamente el cine y la TV como industrias culturales no escapan de ser influenciados por las necesidades y características de la sociedad donde se desenvuelve y viceversa: Puede influir a la sociedad y obligarla a cambiar aquello que se denuncia, se señala o se destaca.

No sólo el anime y los Mecha son ejemplo de ello. El mismo cine de Hollywood se maneja bajo metacódigos comunes que comparten casi todas sus películas y que venden un ideal nacional (El bueno se impone sobre el malo, el patriota sobre el traidor, el que le echa pichón se destaca, el que intenta atajos para obtener riquezas termina mal, etc.), pero también denuncian problemas (¿cuando veremos un Michael Moore venezolano?) y señalan problemas de su sociedad (Network, Thirteen y hasta Day After Tomorrow).

En nuestro país también tenemos un ideal nacional, pero deformado. Mientras el "American Dream" te dice que si le echas bolas serás rico y el "Japanese Dream" habla del poder de la tecnología, nuestro "Venezuelan Dream" sólo nos dice que si eres cachifa y trabajas en una mansión, te conviene enamorarte del hijo de la dueña, porque así te aseguras de que, al final y después de mucho sufrimiento, conseguirás el amor y descubrirás que en realidad eres la verdadera dueña de la casa.

Y, si no, como bien escribes en otro post, seguro algún candidato te convencerá de que el gobierno te lo consigue...

En otras palabras, dale p'alante que seguro resuelves...

Es una lástima que nuestros cineastas no han entendido la necesidad de construir un ideal nacional, y han terminado por confundir la denuncia con el panfleto. Quizás eso es parte de la razón por la cual toda nuestra industria nacional audiovisual está tan internacionalmente devaluada... d:-(

Miguel Angel dijo...

Andres yo si la recuerdo al final el entra en su camion y le meten mas bala ojala alguien pudiera darme el nombre de lapeli ya q me gusto mucho y no la encuentro en ningun lado un saludo a todos desde Peru