En un momento en el cual las series de humor norteamericanas parecen pasar por su peor momento en décadas, 30 Rock se alza como una de las mejores opciones para hacer reír. La serie creada por Tina Fey (me mata esta mujer) cuenta con muchas razones para sacarle más de una carcajada a los espectadores: desde unos guiones tan fumados como Los Simpson, hasta una actuación de Alec Baldwin que le ha merecido el Globo de Oro.
En mi experiencia personal escribí durante cuatro años en un programa de humor y lidié con caprichos de ejecutivos y actores. La verdad, tengo muchas razones para sentir empatía con el personaje de Liz Lemon (Tina Fey [que insisto que me encanta]), pero lo que verdaderamente me sorprende de esta serie es que critique tan duramente a la NBC norteamericana… ¡siendo una producción de la propia NBC!
En el primer capítulo se critica que la General Electric, al comprar la NBC, movió el alto cuadro gerencial e introdujo a un vicepresidente de programación (Alec Baldwin) que lo único que sabía era hacer hornos microondas. En otros capítulos se critica cómo esta corporación es capaz de vender un producto que no funciona, simplemente colocándole la foto de un actor para que venda… E incluso en un momento cuando se manejó la posibilidad de una lluvia de demandas en contra, Jack Donaghy (Baldwin) ofreció la solución de vender el producto en un país donde no se respetaran mucho las leyes. "¿Qué te parece Venezuela?" Le preguntó éste al personaje de Tracy Morgan.
La cumbre llegó en el capítulo de esta semana cuando se presentó que todo el asunto del “cambio climático” era aprovechado por G.E. como una moda para vender productos más caros. Al final del episodio, en medio de una pelea corporativa, un globo terráqueo que formaba parte de la escenografía procede a quemarse en un accidente, mientras Liz Lemon grita: “Se dañó esta Tierra. ¿Tenemos una de repuesto?”.
El nivel de autocrítica que se presenta en esta serie no sólo alcanza a la NBC, sino a toda la sociedad norteamericana en general. ¿Será simplemente para causar al público la catarsis? ¿O será para neutralizar cualquier crítica de terceros ante la autocrítica que ellos mismos se aplican? Tal vez lo importante no es encontrar respuesta a estas preguntas, sino sentir que la clase empresarial gringa tiene claro cuáles son sus fallas y habla de ellas en voz alta, ejerciendo un nivel de autocrítica que ni sus más terribles detractores harían.
Lo más importante: la autocrítica habla de un nivel de madurez. Creo que en Venezuela diversos canales de TV, y tanto la clase política como la empresarial deberían empezar a tomar nota.
En mi experiencia personal escribí durante cuatro años en un programa de humor y lidié con caprichos de ejecutivos y actores. La verdad, tengo muchas razones para sentir empatía con el personaje de Liz Lemon (Tina Fey [que insisto que me encanta]), pero lo que verdaderamente me sorprende de esta serie es que critique tan duramente a la NBC norteamericana… ¡siendo una producción de la propia NBC!
En el primer capítulo se critica que la General Electric, al comprar la NBC, movió el alto cuadro gerencial e introdujo a un vicepresidente de programación (Alec Baldwin) que lo único que sabía era hacer hornos microondas. En otros capítulos se critica cómo esta corporación es capaz de vender un producto que no funciona, simplemente colocándole la foto de un actor para que venda… E incluso en un momento cuando se manejó la posibilidad de una lluvia de demandas en contra, Jack Donaghy (Baldwin) ofreció la solución de vender el producto en un país donde no se respetaran mucho las leyes. "¿Qué te parece Venezuela?" Le preguntó éste al personaje de Tracy Morgan.
La cumbre llegó en el capítulo de esta semana cuando se presentó que todo el asunto del “cambio climático” era aprovechado por G.E. como una moda para vender productos más caros. Al final del episodio, en medio de una pelea corporativa, un globo terráqueo que formaba parte de la escenografía procede a quemarse en un accidente, mientras Liz Lemon grita: “Se dañó esta Tierra. ¿Tenemos una de repuesto?”.
El nivel de autocrítica que se presenta en esta serie no sólo alcanza a la NBC, sino a toda la sociedad norteamericana en general. ¿Será simplemente para causar al público la catarsis? ¿O será para neutralizar cualquier crítica de terceros ante la autocrítica que ellos mismos se aplican? Tal vez lo importante no es encontrar respuesta a estas preguntas, sino sentir que la clase empresarial gringa tiene claro cuáles son sus fallas y habla de ellas en voz alta, ejerciendo un nivel de autocrítica que ni sus más terribles detractores harían.
Lo más importante: la autocrítica habla de un nivel de madurez. Creo que en Venezuela diversos canales de TV, y tanto la clase política como la empresarial deberían empezar a tomar nota.
5 comentarios:
Sólo he visto un capítulo de 30 Rock y lo que vi me gustó... pero no puedo hablar mucho al respecto, dejé de ver TV jeje..
Jajaja, Amy es lo máximo, pero fue muy divertido maquillar a Tarek como ella... ojo, la burla es hacie Tarek, Amy sigue siendo Amy.. (y ella debería dejar las drogas)
Saludos!
Claro, era un chiste ;-)
¿Autocrítica? ¿Estás loco? La autocrítica es un signo de debilidad...
Político o ejecutivo de TV venezolana que se devuelve, se "esnuca"...
Lo siento, pero el último comentario me frickeó un poco... por pensamientos como esos, la gente cree que la fuerza está en mostrar que somos superhombres invecibles... y de "esos" ya tenemos suficiente!
La humanidad, consiste en tener defectos y debilidades, (si es que lo son), y el saber aceptarlos e incluso usar buenas estrategias a partir de ellas, es lo que permite el verdadero éxito a largo plazo... Recuerda que no puedes esconderte por siempre, y si no tienes nada que esconder, y lo tienes todo bajo control, el mundo es tuyo.
Kc, yo que conozco al personaje que escribió este mensaje, te puedo asegurar que lo hizo en tono irónico... Nada más mira el nick y te darás cuentas ;-)
Saludos,
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