miércoles, 27 de octubre de 2010

Definiciones (o el mojón mental de los "ninis intelectuales")

Guepardo: Una guerra se acerca, ¿estás segura de que estás en el bando correcto?
Tormenta: Al menos yo elegí un bando.
-X-Men.


Hace varios meses decidí dejar de colaborar en panfletonegro. Podría darle vueltas al asunto para racionalizar qué me llevó a esta decisión, pero de entrada me ladillé. Me ladillé principalmente de que es una página conceptualmente mentirosa: al igual que cierto blog de temática cinematográfica que yo solía leer, se vende como un blog "temático" y "colectivo", pero al final del día es sólo una página personal destinada a promocionar al autor. Por allá un cineasta, por acá un crítico. No sorprende para nada que se caigan bien.

Son dos caras de la misma moneda en cuanto a su indefinición. Uno por allá se preocupa del qué dirán, preguntando a la opinión pública: "si tuviesen que definir mi tendencia política, ¿cuál dirían que es?", el otro se define como "centro-ambidiestro". Uno busca pasar desapercibido en la polarización actual, para seguir bebiendo de las mieles de privados y públicos; el otro busca venderse como un enfant térrible que no deja títere con cabeza, precisamente para ganarse el "respeto" de los "ni-nis intelectuales" (comillas justas y necesarias) .

Cada quien tiene sus maneras de afrontar el conflicto de Venezuela, y aunque yo no comparto la visión política de ninguno de ellos, la respeto. Y la respeto porque creo en la libertad individual y en el liberalismo. Y sí, es así de simple decir cuál es la opinión política de uno, sin poses ni pantallas. Sin estar prendiendo "debates" para subir las visitas al blog, para después decir que "no se puede hablar de política porque ya sale la gente a insultarme... Dios, ¿por qué a mí?". En dos platos: sin tirar la piedra y esconder la mano.


Por eso, y no porque me "peleé con Krisis", fue que dejé de escribir en panfletonegro (y es contigo, JMS). Porque si hay algo que tolero, pero no respeto, es la falta de bolas... Y si alguien es de izquierda, entonces que lo diga, y lo asuma... Pero no traten de venderse como que están por encima de izquierdas y derechas, para después estar diciendo "reaccionario", "ultraderecha" y "fascista" a cualquier cosa que les huela fó (incluso si es de izquierda, por cierto). Si para ustedes la izquierda es buena y la derecha es mala, asúmanlo sin complejos.

Para no caer en esa trampa que da el mojón mental de creerse más que los demás, decidí asumir mi ideología y escapar de las malintensidades venezolanas. Por eso este post sale nada más en mi blog y en mi perfil de Facebook (este último, no para cualquiera, por cierto).

Por eso desde esta vitrina, que ahora pueden llamar liberal sin problema alguno, pretendo seguir reflexionando y criticando incluso aquellas ideologías con las cuales comulgo, pero sin esconderme, ni hacerme el loco, ni pretender que estoy por encima de ellas. Y para obligarme a escribir, lo haré una vez a la semana, y elegí que sea miércoles para colaborar con el #miercolesliberales de Korbu y compañía.

Y si abrí con una cita, cierro con otra. De los X-Men a Gandhi: "El que quiere agradar a todos, termina por no agradar a nadie".